La mente

La mente corresponde a una entidad orgánica que tiene una estructura formada por una serie de energías sutiles, etéreas y luminosas, cualidades que se pueden observar principalmente a través de la meditación. La mente es el vehículo principal para hacer todo lo que hacemos en la vida. Las actividades de la mente afectan al cuerpo físico, pero su ubicación no se puede percibir con los órganos sensoriales. El campo de la mente es la imaginación; la cual es dinámica, fluida y móvil. La imaginación está cambiando constantemente la experiencia de una persona en el mundo astral y proporciona un modelo energético para poder experimentar el mundo físico. Toda la creación comienza en el plano astral.
Para conocer la mente primero debemos conocernos a nosotros mismos. Cómo percibimos la mente es la base para entender los desequilibrios emocionales y psicológicos y espirituales. Una de las cualidades más significativas de la mente es que tiende a moverse hacia los opuestos, es propensa a irse a los extremos (ambivalencia).
Así como los alimentos son el sustento del cuerpo físico, los pensamientos y los procesos del inconsciente son el sustento del cuerpo sutil. Para mantener una buena salud mental es importante cultivar pensamientos puros y positivos.
Todas las personas tenemos una mente y la usamos todo el tiempo; sin embargo, desconocemos cuál es su naturaleza.
La mente no es materia física, sino una sustancia sutil. Debido a esto se tiende a creer que la mente es una entidad sin forma o sin estructura, pero no, en realidad es un instrumento de precisión al igual que el cuerpo humano. La mente nos pertenece, pero no es lo que realmente somos.
La mente como objeto tiene una estructura material, una serie de energías y condiciones que se pueden observar. Cada persona puede observar su mente como si fuera un objeto y para esto se necesita un estado de atención superior, en el cual la conciencia pueda percibir la mente como un instrumento. Detrás de las fluctuaciones que ocurren en la mente existe una consciencia, un sentido del ser que es indestructible, una habilidad constante de observar y percibir. La mente no es la consciencia, la mente es una herramienta que la consciencia utiliza, tal como una persona usa un computador.
La mente es una herramienta del cuerpo humano al igual que los órganos sensoriales: los ojos, los, oídos, la piel, la boca y la nariz. La mente procesa la información sensorial que proviene del mundo externo.
Utilizar la mente como herramienta o instrumento nos permite razonar, enfocar y dirigir la atención, desarrollar la fuerza de voluntad y cultivar sentimientos. Por lo tanto, somos nosotros quienes dominamos la mente y no al revés. No obstante, dejamos que la mente nos diga quiénes somos y qué hacer o incluso peor dejamos que otros nos digan quiénes somos, qué hacer e incluso qué pensar, lo que nos transforma en esclavos mentales. Las personas sufrimos porque ignoramos la naturaleza de la mente y sus funciones, y a partir de esto surgen las enfermedades psicológicas.
Desde la perspectiva de Ayurveda cómo percibimos la mente es la base de cualquier diagnóstico o tratamiento psicológico. Aprender a conocer la mente no solo ayuda a sanar los problemas psicológicos, sino también nos lleva a un potencial superior o autorrealización.
Bibliografía: Ayurveda and the Mind. The Healing of Consciousness. Dr. David Frawley. 1997.